Hotel Porto Santo

La leyenda dice que Colón plantó una cruz - la famosa Cruz de la Parra - al aterrizar en Baracoa en su primer viaje. Aterrizó en el lado norte de la bahía, a unos 2 km del centro de la ciudad y a unos 500 metros del aeropuerto de Baracoa. Suena un poco inhóspito, pero de hecho, este es un lugar privilegiado con una pequeña cucharada de playa - razón suficiente para construir un hotel aquí.
 
El Hotel Porto Santo, construido en 1986, se asemeja a un pequeño complejo playero extendido en una pradera de exuberante vegetación. El vestíbulo abierto y rústico tiene techos con vigas y vitrales, típicos de la época colonial, que le dan un aire elegantemente rural.

Hotel Porto Santo

Los cuartos de huéspedes están en edificios de dos pisos con techos de tejas, dispersos por los verdes terrenos. Estas instalaciones se complementan con un restaurante, un bar al aire libre, un gimnasio y una sala de juegos con mesa de billar. Por las noches, hay entretenimiento programado. La piscina en forma de lago es un oasis acogedor, especialmente de junio a octubre, con temperaturas tropicales que no se pueden subestimar.
 
Una estancia en el Porto Santo ofrece a los huéspedes lo mejor de los dos mundos - estás lo suficientemente cerca como para disfrutar de las vistas de la ciudad, pero puedes escapar al escenario natural por el que Baracoa es conocida.

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